martes, 15 de mayo de 2012

El aula de enlace

Después de haber hecho un análisis de cómo es la enseñanza del español a niños extranjeros en un aula de enlace, me dispongo aquí a presentar una reflexión sobre el mismo, recogiendo a la vez algunas de las conclusiones que he obtenido en mi investigación.

A modo de introducción, me gustaría destacar el interés y curiosidad que supuso para mí, desde el principio, este trabajo; pues nos presentaba un tema de análisis que, al menos en mi caso, nunca antes me había preguntado. Además, el hecho de poder contar con la ayuda de un profesor de un aula de enlace amigo mío, ha facilitado mucho mi investigación y me ha dado la posibilidad de ver de cerca sus métodos de trabajo; ya que pude estar una mañana entera en el aula, y en contacto directo con los alumnos.

A la hora de enseñar español a un niño extranjero son muchos los aspectos iniciales que se deben tener en cuenta. Uno de ellos es la cultura del país de origen de cada alumno. Es necesario tener un cierto conocimiento de la misma para entender las dificultades o comportamientos que puedan presentar los estudiantes. Además, es importante antender al desarrollo social del alumno dentro del centro escolar para evitar posibles discriminaciones o falta de integración.

Respecto a la metodología, el aprendizaje autónomo se alza como el mejor recurso para su desarrollo. En un primer momento, este aspecto me resultó un tanto chocante por no tener en cuenta el aprendizaje coperativo; pero después de haber estado dentro del aula, reconozco que es el mejor método. Los alumnos, dentro del aula de enlace, tienen que aprender a desenvolverse por sí mismos. Cada uno debe adquirir vocabulario y gramática y saber cómo emplearlo. En sus aulas de referencia es donde se ocupan de ese aprendizaje coperativo, que tiene además la función de contribuir a su integración con el resto de alumnos. Por otro lado, el profesor tiene la función de crear actividades específicas para cada alumno, para que éste pueda desarrollar mecanismos y estrategias concretas.

En relación con el papel que tiene que desempeñar el docente en este tipo de aulas, hay que subrayar su tarea de supervisor del trabajo que van elaborando sus alumnos. Pero esta supervisión debe ser cercana y continua. El profesor debe estar atento a cada error cometido por el alumno para intentar corregirlo desde el principio, evitando así que se convierta en un hábito o costumbre. Además, debe tener un amplio conocimiento de la lengua para poder recolver dudas y detectar posibles dificultades.

Sin embargo, una vez más, la motivación se convierte en ingrediente fundamental de ambos, profesor y alumno. Este último no puede sentirse motivado de cara a su aprendizaje si su profesor no se siente del mismo modo respecto a su enseñanza. Es condición necesaria crear un contexto donde las dos partes se sientan integradas y motivadas para que el aprendizaje pueda llevarse a cabo.

Por último, a modo de conclusión final, me gustaría destacar la importante función que cumplen estas aulas de enlace. Su misión va más allá del ámbito académico, pues cubren una necesidad social esencial en el crecimiento de los niños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario